Como se hace un transplante de medula

AFRONTAMIENTO PSICOLÓGICO DEL TRASPLANTE DE MÉDULA ÓSEA

31 de mayo, 2024

Como se hace un transplante de medula

El trasplante de médula ósea (TMO), o trasplante de progenitores hematopoyéticos, es un tratamiento frecuente en la leucemia mieloide aguda. Además, por sus características e implicaciones, suele afectar a la vida del paciente no solo a nivel físico, sino también psicológico.

En que consiste el transplante de medula

Este tratamiento consiste en la eliminación de la mayor cantidad de células tumorales posibles con quimio y/o radioterapia, y la posterior infusión de células de la médula ósea sanas que continúen desarrollando su función de manera habitual.

Existen dos tipos principales de trasplantes según el origen de esas células: el trasplante autólogo y el trasplante alogénico.

Trasplante autólogo

En el autólogo, las células provienen de la médula ósea del paciente y con ellas se pretende recuperar la función medular lo antes posible.

En el alogénico, provienen de un donante sano que es compatible y con ellas se pretende sustituir las células sanguíneas dañadas. Este tipo de trasplante suele producir mayores complicaciones, ya que supone la infusión de unas células “extrañas” que el cuerpo puede rechazar.

El TMO tiene diferentes fases, las cuales varían en algunos aspectos según el tipo de trasplante a realizar. De forma resumida, implica las siguientes etapas:

- Primer momento: el paciente ingresa en el hospital y recibe un tratamiento de acondicionamiento, con el que se pretende eliminar el máximo número posible de células enfermas y preparar al organismo para recibir y tolerar las células que se infundan posteriormente, especialmente en el caso de que el trasplante sea alogénico. Este proceso puede realizarse utilizando diferentes tratamientos, aunque lo más habitual es emplear quimioterapia, sola o en combinación con radioterapia. Estos tratamientos pueden producir, entre otros, efectos secundarios como náuseas y vómitos, mucositis, diarrea, alopecia o cansancio.

- Superada esta fase, se realiza la infusión de las células, un proceso prácticamente indoloro. Se efectúa a través de un catéter venoso central, de forma similar a una trasfusión sanguínea, y dura unos 15 minutos.

- Posteriormente se entra en la fase de postrasplante, en la cual el paciente ha de continuar hospitalizado durante un período de tiempo variable según su estado. En este tiempo se someterá a una vigilancia exhaustiva y recibirá diferentes fármacos para evitar o atajar los efectos secundarios y otras complicaciones que pueden producirse, como las infecciones.

A lo largo de todo este proceso el paciente ha de estar aislado, aunque el grado de aislamiento será más o menos exhaustivo en las diferentes fases, según el tipo de trasplante a realizar y su estado de salud. Dicho aislamiento, y también algunos efectos secundarios, puede mantenerse una vez que el proceso de trasplante ha terminado y el paciente sale del hospital. Aun en este tiempo, se han de seguir limitando bastante los contactos sociales y teniendo sumo cuidado con los lugares que se frecuente, ya que el sistema inmunitario del paciente se encuentra debilitado y el riesgo de infección es mayor.

 

M-ES-OHD-2400026 Fecha de preparación: Mayo 2024